Quito, 14 ago (EFE).- El vicepresidente de Ecuador, Lenín Moreno, aseguró hoy que, una vez creado el fideicomiso internacional, ya sólo "hay que pasar el sombrero" para recoger los aportes financieros de países desarrollados, comprometidos con el proyecto ambientalista Yasuní-ITT.
Foto de archivo
Moreno, en el habitual informe sabatino del Gobierno, recordó que en días pasados se suscribió el acta de compromiso del fideicomiso, conjuntamente con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), lo que dio luz verde a poner en marcha el proyecto ambientalista.
La intención de Ecuador es dejar bajo tierra un importante yacimiento petrolero en una región de la Amazonía, a cambio de una compensación de la comunidad internacional.
Ahora, "lo que nos corresponde es ya pasar el sombrero, pasar la charola (bandeja) por la comunidad internacional (...), a ellos les corresponde la responsabilidad mayor en lo que respecta al cuidado del medio ambiente, porque ellos son los que más le han afectado", remarcó Moreno.
Y es que para el vicepresidente ecuatoriano, "si no cuidamos esta tierra, que es la única que tenemos (...) los que nos vamos a acabar somos nosotros", los seres humanos.
Explicó que, "si del mundo se eliminarían los insectos, la vida en el mundo se terminaría en cinco años, pero si desaparecería el ser humano, la vida florecería en cinco años, exhuberantemente", lo que produce una paradoja que debe mover al mundo a cuidar el planeta.
Moreno, además, dijo que el informe sabatino de la próxima semana, que él conducirá, se efectuará desde el Parque Nacional Yasuní, donde se prevé ejecutar el proyecto.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien habitualmente dirige las sesiones de los sábados, se encuentra de vacaciones durante unos días.
El pasado 3 de agosto, el Gobierno de Ecuador y el PNUD firmaron el Fideicomiso Yasuní-ITT para recaudar el dinero que se dirigirá a financiar la iniciativa.
Con este proyecto, Ecuador prevé mantener, indefinidamente, bajo tierra las reservas petroleras de los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT), que ascienden a 846 millones de barriles de petróleo.
Ecuador calcula que por dejar de explotar el petróleo no percibirá unos 7.000 millones de dólares, por lo que exige una compensación internacional de, al menos, la mitad.
La iniciativa busca evitar la emisión a la atmósfera de unos 407 millones de toneladas de dióxido de carbono que se producirían al explotar el crudo del Yasuní.
El Parque Nacional Yasuní ha sido considerado uno de los lugares de mayor biodiversidad en el planeta, fue creado en 1979, declarado por la Unesco como Reserva Mundial de la Biósfera en 1989 y abarca 982.000 de hectáreas en la Amazonía occidental.
El petróleo es el principal producto de exportación de Ecuador cuyos ingresos financian un 25 por ciento de su presupuesto estatal.
Fuente: EFE
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