Desde 1999 hasta el primer semestre de 2015 en los penales del país han muerto 6.581 presos y 16.417 resultaron heridos, revela el informe presentado ayer por Humberto Prado, director general del Observatorio Venezolano de Prisiones, quien estuvo acompañado del padre Raúl Herrera, de Derechos Humanos de la UCV, y de Daniela Reverón, abogada del OVP.
En los primeros 6 meses de este año en las cárceles murieron 100 reclusos y 30 resultaron heridos. En ese período 14 personas se fugaron de centros penitenciarios y 1.220 se cosieron la boca como medida de presión para que los trasladaran a otros reclusorios.
El informe indica que hasta la fecha la población penal del país es de 49.644 reclusos. De estos 46.883 son hombres, 94%, y 2.761 son mujeres, 6%. De esa cifra 31.503 internos están procesados por los tribunales y 17.374 están sentenciados, mientras que 265 han sido beneficiados con destacamento de trabajo.
El hacinamiento en las cárceles es de 190% lo que indica que hay un excedente de 26.664 reclusos. La investigación de la ONG indica que 85% de los muertos en prisión fueron ultimados con armas de fuego.
Prado destacó que anteriormente los presos dirimían sus diferencias con chuzos y luego con chopos, ambos de fabricación carcelaria.
Insistió en señalar que la población penal continúa padeciendo de VIH, tuberculosis, hepatitis, enfermedades de la piel y respiratorias porque no ha sido asistida en esa situación.
Agregó también que en la página del Ministerio del Servicio Penitenciario se observa que el despacho solicitó presupuesto para la alimentación de 98.000 internos y la población es de 49.644 reclusos.
Daniela Reverón, que visitó los retenes policiales en el área metropolitana y estado Miranda, explicó que en esos centros ha habido 79 fugas, 49 heridos y 9 muertos incluso policías, además de 9 funcionarios tomados como rehenes. En todos hay hacinamiento.
La situación se mantiene igual en la División de Aprehendidos del Cicpc en la que hay 5 celdas con capacidad para 25 personas y hay más de 150 detenidos. Algunos presos permanecen 16 horas de pie, mientras otros duermen sentados, y hacen sus necesidades en envases plásticos.
En los retenes policiales encontraron a mujeres embarazadas durmiendo en el suelo y que 73,82% de los presos tienen edades comprendidas entre 18 y 30 años.
El Nacional
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