Las visitas que Ashoo Mongia, de 33 años, hace al supermercado no son para llenar su refrigerador de comida para toda la semana. Como jefe del equipo de aplicación de ley para protección de las vacas, debe recorrer regularmente las tiendas y mercados al aire libre de Nueva Delhi para buscar productos alimenticios que contengan carne de res.
Por los últimos 15 años, Mongia y su equipo de 120 voluntarios de Nueva Delhi se han lanzado en una batalla que enfrenta la industria multimillonaria de la carne en India y el creciente comercio clandestino contra los tradicionalistas hindús deseosos de preservar el estatus sagrado de las vacas.
"La vaca es nuestra madre, es nuestro deber protegerla", dijo Mongia, quien monitorea y hace redadas en cientos de tiendas, carnicerías y mataderos sospechosos de transportar, vender o matar a los bovinos sagrados de India. "Lo hacemos porque creemos en que la vaca representa nuestro país, nuestra cultura y la religión hindú".
Este año, India desplazará a Estados Unidos como el tercer exportador de carne más grande del mundo, detrás de Brasil y Australia. En sólo la primera mitad de 2012, India exportó carne con valor de 1,240 millones de dólares y se proyecta un crecimiento del 30% en ganancias en las exportaciones de 2010 para finales de este año, de acuerdo con el estudio de la Federación de Exportación de Carne en Estados Unidos.
Mientras que el grueso de las exportaciones indias es la carne de búfalo con destino a los mercados del Medio Oriente y el sureste de Asia, la creciente clase media en los países árabes ha provocado un nuevo apetito por la carne de res.
El aumento en la demanda puede hacer que India sea el rey de la exportación de carne del mundo para 2013, de acuerdo con estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Pero a medida que India continúa su batalla por la dominación económica y política en el sur de Asia, existen preocupaciones que las prohibiciones hindúes sobre la carne puedan obstaculizar el crecimiento futuro de la industria, particularmente en estados como Kerala y West Bengal donde la práctica es legal.
Invocada por generaciones de indios para labrar los campos, productos lácteos y combustible a partir de estiércol, la vaca es considerada por los hindús como gau mata, o figura materna, y ha tenido un papel central de mucho tiempo en los rituales religiosos de India. Estas actitudes religiosas, sin embargo, son vistas por algunos empresarios indios como un importante obstáculo al comercio.
"La carne de res puede ser un negocio lucrativo en India", dijo el médico S. K. Ranjhan, director de Hind Agro Industries Limited, quien cree que las actitudes religiosas pueden cambiar una vez que se realicen las oportunidades extensas de negocios. "Creo que de cinco a 10 años a partir de ahora las personas no se escandalizarán tanto con la venta de carne de res".
La mayoría de los 24 estados de India establece que es ilegal matar vacas excepto bajo circunstancias atenuantes: acabar con enfermedades contagiosas, prevenir dolor y sufrimiento, investigaciones médicas, etc.
Y varios estados, incluyendo a Delhi y Rajasthan, entre otros, prohíben la venta y matanza de vacas en total.
El mercado negro
Las leyes estrictas contra la matanza de vacas en su mayoría de provincias de India han forzado un comercio lucrativo de carne de res clandestino. Un estimado de1.5 millones de vacas, valuadas hasta en 500 millones de dólares, son sacadas como contrabando de India anualmente, y algunos analistas dicen que ofrecen más del 50% de carne consumida en el vecino Bangladesh.
"Cuando consideras cuánto dinero se hace del robo clandestino de vacas, se vuelve claro que no sólo hay una gran cantidad en juego, sino una gran demanda que las carnicerías y mataderos están atendiendo", dijo el médico Zarin Ahmad, un compañero en el Centro de Ciencias Humanas en Nueva Delhi, quien ha estudiado extensivamente el trabajo y comercio entre las comunidades de carniceros en India.
Trabajando con el equipo de protección de Mongia se encuentra Parmanand Mittal, un abogado defensor de las vacas, quien trabaja desde una oficina en su casa en las afueras de Delhi. Todo el día, Mittal recibe una corriente de llamadas telefónicas, informantes que han notado mataderos ilegales y dueños de gau shalas, o santuarios de vacas, preocupados por gastos inesperados asociados con nuevos rescates.
En la oficina de Mittal cuelga una pintura de Lord Krishna, una de las divinidades más alabadas en el hinduismo, con su brazo descansando afectivamente en un becerro blanco. Mientras que el equipo de Mongia acaba con los mataderos, Mittal construye un caso legal para su enjuiciamiento. Su cartera de pedidos es muy extensa, dice Mittal.
Si bien puede haber dinero que hacer al añadir la carne de res a las exportaciones actuales, India incurriría en gastos en todos lados, dice Mittal.
"Las vacas han sido la fuente de combustible, estiércol y fertilizante, entre otras cosas. Estos animales son reverenciados porque han jugado un papel importante en el bienestar y sustento de todos los indios", dijo Mittal. "Llévate a la vaca y las repercusiones serán enormes".
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