jueves, 24 de junio de 2010

Obama y Medvedev: una reunión que no es cumbre

El presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, será recibido este jueves por su colega de Estados Unidos, Barack Obama, en la Casa Blanca, y aunque es el séptimo encuentro que tienen ambos mandatarios este es considerado especial por la diplomacia estadounidense, tanto que no quieren calificarlo de "cumbre".
Dimitri Medvedev  y Barack Obama

La cita presidencial se produce con un ambiente de menor tensión y mayor colaboración entre Washington y Moscú, evidenciado en la reciente firma del nuevo acuerdo para reducción de armas nucleares, START, y el acercamiento diplomático que permitió la adopción de nuevas sanciones contra Irán en Naciones Unidas.

Aunque la visita de Medvedev busca profundizar esa cooperación, el Kremlin y la Casa Blanca han destacado que por primera vez los temas económicos son tan importantes como los políticos en la agenda del encuentro.

Por eso tratan de darle a la reunión la apariencia de un encuentro entre socios importantes y no una "cumbre" como las que solían sostener los líderes de Moscú y Washington cuando encabezaban bloques ideológicos y militares antagónicos.

Soleada California

"Creemos que esta visita tiene lugar en una nueva fase de las relaciones EE.UU.-Rusia", afirmó Ben Rhodes, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca.

Para Rhodes, el viaje de Medvedev muestra "un progreso muy sustancial en relanzar las relaciones entre EE.UU. y Rusia en un número de áreas muy importantes y sustantivas".

Hay mucho movimiento en las relaciones económicas ruso-estadounidenses, pero es menos claro hasta qué punto ambos países pueden tener una real asociación porque la economía estadounidense es más saludable que la rusa

Ilan Berman, Consejo de Política Exterior Estadounidense

Una idea podría darla el que la visita del ruso empezara el martes pasado en Californa, donde el presidente ruso pudo visitar algunas de las principales empresas de tecnología del Silicon Valley o Valle de Silicio, el centro de la industria informática estadounidense.

Una de las firmas que visitó el mandatario ruso fue la de la exitosa red social Twitter. Una vez allí, mandó el primer mensaje o twitt desde su nueva cuenta @KremlinRussia anunciando que "ya estoy en twitter".

Minutos después el presidente Obama, más curtido en los manejos de las redes sociales, le dio la bienvenida por el mismo medio.

En Rusia algunos quisieran crear un Valle de Silicio similar en Skolkovo, una zona a las afueras de Moscú, donde hay un proyecto para crear un centro internacional que trabaje en energía nuclear, tecnologías biomédicas, energía y telecomunicaciones.

"No todo es una cumbre"

"Me parece que esa es la estrategia correcta. No creo que cada visita de una mandatario ruso deba ser tratada como una cumbre", le aseguró BBC Mundo, Richard Weitz, del Insituto Brooking, un centro de estudios geopolíticos de Washington.

"Esta cita es diferente a ocasiones previas en las que había un foco grande en Rusia y cuando podía hablarse en propiedad de una cumbre", afirmó Weitz, para quien la prevalencia de los temas económicos "normaliza" el tono del encuentro.


Weitz reconoció que eso podría entenderse mejor visto desde la óptica estadounidense que desde la rusa, porque aseguró que los analistas y operadores políticos en Moscú "todavía ven las relaciones ruso-estadounidenses como un asunto central".

Además, considera que la reducción de las tensiones quita drama al encuentro que pasa a ser así una cita entre líderes y potenciales socios, algo a lo que habría ayudado el cambio de tono con Rusia que adoptó el presidente Obama desde que llegó al poder

Para Weitz el que Obama desistiera de los intentos del gobierno anterior de ampliar la esfera de influencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue clave en la reducción de las tensiones.

Al reducir el "nerviosismo" que causaba en Moscú el respaldo del gobierno de George W. Bush a la "democratización" de la región que rodea a Rusia, se pudo reestablecer la cooperación diplomática.

Dudas asociadas

Sin embargo, muchos creen que las posibilidades de cooperación económica entre EE.UU. y Rusia son limitadas, dadas las diferencias que aún existen entre ambos países, pues mientras la estadounidense es una economía diversificada, la rusa depende de la exportación de materias primas y sufre de bajos niveles de inversión.

"Puede haber un diálogo en el corto plazo, pero luego habrán muy pocas cosas que se puedan hacer tácticamente", le aseguró a BBC Mundo, Ilan Berman, del Consejo de Política Exterior Estadounidense, un centro de estudios de Washington.

"Hay mucho movimiento en las relaciones económicas ruso-estadounidenses, pero está menos claro hasta qué punto ambos países pueden tener una real asociación porque la economía estadounidense es más saludable que la rusa", afirmó Berman.

Berman aseguró que mientras Washington quiere promover mercados libres "incluso en la esfera de influencia rusa", Moscú podría usar su poder político y militar para mantenerse como un factor regional importante, como estaría haciendo actualmente con la administración del flujo de gas a Europa o antiguas naciones soviéticas.

Otros problemas que algunos algunos analistas consideran complican el acercamiento económico con Rusia son los altos niveles de corrupción oficial, la falta de control sobre los derechos de propiedad intelectual o industrial y hasta cierta inseguridad jurídica, que disuadiría a los potenciales inversionistas occidentales.

Algunos creen que para superar esas dudas sería útil que Medvedev y Obama establecieran una fluida comunicación personal, algo que podría suceder con el ambiente menos tenso de esta reunión "normal".

Via: BBC

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