El ministro para las Relaciones Interiores y Justicia, Tareck El Aissami, aseguro que las acusaciones sobre negociaciones de las autoridades del gobierno con el cabecilla alias "Oriente" para permitir su fuga del penal El Rodeo II son falsas.
El Aissami se quejó y aseveró que los rumores sólo son parte de la "basura mediática". "Lamentablemente estamos en el mundo al revés, estos medios forman parte de esta crisis moral que hoy estamos enfrentando, en lugar de ayudar apostaban a la violencia y a la muerte", dijo el ministro.
El 13 de julio el ministro reconoció que un grupo de internos, entre ellos uno de los cabecillas de los reos, se había fugado del Rodeo II y confirmó que cuatro de estos presos murieron tras un enfrentamiento con la GNB.
El Aissami explicó que estos cuatro presos formaban parte de "un grupo" mayor de internos, que no cuantificó y que "fracturaron una reja perimetral" del centro penitenciario para "burlarse de la seguridad del penal" valiéndose de que unos funcionarios de la GNB "estaban más retirados".
Asimismo admitió que los presos se aprovecharon de la falta de luz y de que la guardia se tuvo que alejar de los perimetrales cercanos. "Retiramos la guardia a un cerco perimetral más distante, y ejecutábamos labores de patrullaje, también restringimos el servicio de electricidad al penal lo que dificultaba todo el alumbrado perimetral para la vigilancia y esos factores favorecieron la evasión".
El ministro dijo que su despacho y el Ministerio Público están haciendo ya las investigaciones pertinentes y que tiene la "firme convicción" de que el conjunto de internos fugados serán "recapturados y nuevamente puestos a la orden de la Justicia venezolana".
El conflicto carcelario ha puesto sobre la mesa un entramado de corrupción con los penales controlados por presos que se hacen llamar "pranes" y que el Gobierno califica como "líderes negativos" y que controlan las prisiones con la complicidad de guardias y custodios.
Hasta el momento han sido detenidos una decena de guardias nacionales y custodios del complejo El Rodeo por corrupción y facilitar armas y drogas a los presos.
El Gobierno decidió la toma de los penales, cercanos a Caracas, cinco días después de que se produjera un enfrentamiento entre bandas rivales en El Rodeo I que dejó un visitante y 21 presos muertos, según datos oficiales.
Terra
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