Londres. El presidente ejecutivo entrante de la petrolera BP Plc, Bob Dudley, viajará esta semana a Moscú para reunirse con funcionarios de gobierno y socios en la empresa conjunta que tiene la firma en Rusia, en su primera visita tras huir del país en el 2008.
La reunión de directivos se produce en momentos en que la gigante petrolera británica se prepara para sellar el lunes su malogrado pozo en el Golfo de México en forma permanente.
Cuando abandonó Rusia en el 2008, Dudley dijo que había sido forzado por una campaña de hostigamiento orquestada por los multimillonarios socios del emprendimiento conjunto TNK-BP del cual era presidente ejecutivo.
Desde entonces BP ha establecido una disputa por el control de TNK-BP y la asociación sigue siendo parte del portafolio de la empresa, aportando un cuarto de su producción total de crudo y más de un 10% de sus ganancias.
Un portavoz de BP dijo que la visita era para que el saliente presidente ejecutivo Tony Hayward introduzca de nuevo a Dudley ante los accionistas rusos y el principal funcionario de energía de Rusia, el viceprimer ministro, Igor Sechin.
BP dijo la semana pasada que Hayward dejaría su cargo tras las críticas a su conducción durante la crisis causada por el peor derrame petrolero costa afuera en la historia de Estados Unidos, y anunció que Dudley lo reemplazará en octubre. Los copropietarios rusos de TNK-BP y Sechin han dado su acogida al nombramiento de Dudley.
Dudley dijo que nunca consideró a la presión a la que fue sometido en Rusia en el 2008 -que según BP incluyó el uso de fuerzas de seguridad para hostigarlo- como un asunto de índole personal, si no como simplemente la naturaleza de los negocios en ese país.
Mientras, BP podría comenzar a tapar su malogrado pozo petrolero en aguas profundas del Golfo de México en la noche del lunes, más de tres meses después de que empezara a verter hasta 60.000 barriles de crudo al día en el mar.
Ingenieros de BP se estaban preparando para inyectar lodo pesado y cemento en la parte superior del pozo en un procedimiento conocido como "static kill", dijo el domingo el almirante retirado de la Guardia Costera Thad Allen, el funcionario estadounidense a cargo de la respuesta al derrame.
Cinco a siete días después, el lodo y el cemento serían inyectados a través de un pozo de alivio en el fondo de la perforación, para sellar el agujero de forma permanente.
"El final está a la vista", dijo Peter Hitchens, analista petrolero de Panmure Gordon. El pozo Macondo ha estado sellado temporalmente desde hace dos semanas.
Cautela. Luego de que varios intentos previos por bloquear la fuga estuvieran plagados de contratiempos, el esfuerzo de esta semana será seguido de cerca desde Washington hasta Londres, y desde la costa del Golfo hasta Wall Street.
El desastre ambiental que lleva 104 días ha devastado comunidades costeras, estropeado la imagen de la compañía británica en Estados Unidos y costado miles de millones de dólares en limpieza.
También ha afectado el nivel de aprobación del presidente Barack Obama y elevado las tensiones entre Washington y Londres.
Las acciones de BP avanzaban un 2,38% a 415,6 peniques a las 14:26 GMT del lunes.
El valor de mercado de BP ha caído un 40% desde que comenzó la crisis el 20 de abril, y la semana pasada anotó una pérdida US$17.000 millones en el segundo trimestre.
La explosión en la plataforma mató a 11 trabajadores y dio paso a un derrame que aniquiló animales marinos, afectó playas y marismas y causó severos perjuicios a pescadores y otros dueños de negocios a lo largo de la costa del Golfo.
También obligó a BP a poner en venta US$30.000 millones en activos, aunque un portavoz de la firma descartó un reporte que aseguró que planeaba enajenar su cadena minorista Aral en Alemania.
Reuters
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