El presidente sirio, Bashar al Asad, expresó hoy la necesidad de que se forme "lo antes posible" un nuevo gobierno en Irak, según dijo en una reunión que mantuvo con un importante dirigente chií iraquí, informaron hoy fuentes oficiales.
En la reunión participó el clérigo radical chií Muqtada al Sadr, que reside habitualmente en Irán y que es clave en la formación del futuro gobierno Irak, un paso que está pendiente desde las elecciones legislativas del pasado 7 de marzo.
Al Sadr, que rara vez aparece en público, encabezó una milicia armada que desencadenó dos ofensivas contra las tropas de EEUU en 2004 y comienzos de 2008, pero en julio de 2008 anunció que estaba desmovilizando a la mayoría de sus combatientes.
Concurrió a los comicios últimos formando parte de una coalición chií, la Alianza Nacional Iraquí (ANI), que quedó en tercer lugar.
"Al Asad resaltó el total apoyo de Siria para la formación del gobierno en Irak lo antes posible, a fin de cumplir con los intereses del pueblo de Irak", dice el comunicado presidencial dado a conocer al final de la entrevista entre el presidente sirio y el dirigente iraquí.
En la reunión, según la nota oficial, Al Asad "expresó su esperanza de que se alcance una posición unificada entre las diferentes fuerzas políticas iraquíes para formar un gobierno nacional que garantice la estabilidad y la seguridad en Irak".
"Cualquier retraso en la formación del gobierno tendrá un reflejo negativo en la situación de Irak", añadió el comunicado.
Por su parte, según la misma fuente, Al Sadr agradeció a Al Asad el hecho de que Siria haya servido de refugio a cerca de un millón de iraquíes que huyeron del país a causa de la violencia que surgió tras la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003.
En los últimos meses han visitado Damasco varios dirigentes iraquíes, incluyendo el ex primer ministro Ayad Alaui, cuya alianza ocupó el primer lugar en los últimos comicios, y Amar al Hakim, líder del Consejo Supremo Islámico, el grupo político chií más importante de Irak y aliado de Al Sadr en la ANI.
La formación del gabinete iraquí está pendiente de los arreglos que puedan forjar los distintos grupos políticos, ya que ninguno de ellos obtuvo los suficientes diputados para poder formar gobierno.
El grupo político de Al Sadr obtuvo 39 de los 325 escaños del nuevo Parlamento.
La posición de Al Sadr es clave para que la coalición de la que forma parte, la ANI, entregue su apoyo a Alaui o al primer ministro saliente, Nuri al Maliki, cuyo grupo quedó en segundo lugar en los comicios de marzo.
EFE
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