El partido del presidente francés, Nicolas Sarkozy, sufrió una amplia derrota en las elecciones regionales del domingo, según resultados parciales de una votación que podría afectar la agenda del gobierno.
Una alianza opositora encabezada por el Partido Socialista obtuvo 54% de los votos en el nivel nacional, mientras la gobernante Unión por una Mayoría Popular (UMP), de centro-derecha, sumó 35%, según el escrutinio de más del 97% de los sufragios.
La UMP perdió la elección en 21 de las 22 regiones de Francia metropolitana, con Alsacia como único bastión que mantuvo para evitar la barrida total a la que aspiraban los socialistas.
El primer ministro francés, François Fillon, admitió en la noche del domingo que los resultados suponen "una decepción" para el partido en el poder y "un éxito para la izquierda".
"Cambiar profundamente"
Las regiones de Francia se ocupan de temas como el transporte y la infraestructura y tienen escasa influencia en el nivel nacional. Sin embargo, estos comicios eran vistos como una prueba de fuerzas en la arena política.
Se trataba de las últimas elecciones previstas en todo el país antes de las presidenciales de 2012, en las que se espera que Sarkozy busque su reelección.
Con una tasa de desempleo de 10%, la más alta en una década, los franceses parecen desilusionados con el presidente, cuya popularidad ha caído al nivel más bajo desde que llegó al poder en 2007: menos del 40%.
Las elecciones regionales no modifican la composición del Parlamento, donde Sarkozy tiene mayoría, pero podrían reanimar a la oposición de izquierda, que hasta ahora se veía dividida y débil.
La secretaria general del Partido Socialista francés, Martine Aubry, reclamó tras la votación del domingo que el gobierno rectifique su rumbo.
"Escuchar hoy a los franceses supone cambiar profundamente de política", dijo Aubry, quien impulsó una alianza clave con los verdes de Europa Ecología, terceros en la primera vuelta electoral del domingo 14.
La tasa de abstención registrada en esta segunda vuelta, apenas por debajo de la mitad de los 43 millones y medio votantes habilitados, también es vista como una señal de descontento entre los franceses.
El ultraderechista y antiinmigración Frente Nacional de Jean Marie Le Pen cosechó cerca de 10% de los sufragios en las doce regiones donde compitió en esta segunda ronda, un resultado superior al que muchos esperaban.
"Amenazado"
A partir de estos comicios, algunas cosas podrían complicarse para Sarkozy.
El presidente quiere lograr este año recortes en el gasto público y una reforma en el deficitario sistema estatal de pensiones por medio de un aumento en las edades de jubilación, cambios rechazados por la oposición.
BBc Mundo
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