El gobierno venezolano ha decidido dar largas y no defenirse con respecto a las condiciones de aceptación de una misión de observación internacional de la UNASUR para los próximos y cruciales comicios del 6 de diciembre.
El último en mostrar su preocupación por este asunto ha sido el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien en un encuentro con su homólogo uruguayo en Cartagena, calificó la misión de observadores como "importante para la democracia en el continente". "Si no es una observación electoral que genere la credibilidad y genere las garantías suficientes, a Colombia, y yo me temo que a los demás países o a algunos de los demás países de la región, nos resultaría muy difícil participar en esas elecciones", dijo el mandatario.
Brasil ya manifestó su disconformidad con las "garantías" del proceso electoral y se retiró de la misión de observadores después de que el gobierno de Maduro rechazara al exmagistrado carioca Nelson Jobim como jefe del equipo.
El periodista de 'El Diario de las Américas' Edgar Otálvora señala que "pese a las advertencias de Brasil y Colombia, el régimen venezolano ha estado apostando a retrasar la definición y suscripción de un acuerdo entre el Consejo Nacional Electoral (de Venezuela) y Unasur, que norme la presencia de observadores en el proceso electoral".
Otro país suramericano que recientemente "ha dado la espalda" a la revolución bolivariana ha sido Uruguay. Al ostentar la presidencia pro tempore del bloque UNASUR, la pequeña "república oriental", a través de su organismo electoral -la Corte Electoral Uruguaya (CEU)- dirige el "Consejo Electoral de Unasur".
La semana pasada la CEU cuestionó el "sentido" de la misión de observadores a Venezuela por el "agotamiento de los plazos" para la formación de la misma. "Si no fuera posible conformar la misión en tiempo y forma" no debería realizarse para preservar la trayectoria de Unasur "a favor del ejercicio democrático en la región" y no perjudicar "la seriedad y el prestigio ganados en el ámbito internacional".
En opinión de Otávora, "la opinión uruguaya puso en evidencia la pérdida de influencia política del chavismo entre sus amigos suramericanos".
En opinión de Otávora, "la opinión uruguaya puso en evidencia la pérdida de influencia política del chavismo entre sus amigos suramericanos".
La reacción de Caracas fue enviar al canciller Elías Jaua a Montevideo para conseguir el apoyo del "Frente Amplio", el partido del presidente Tabaré Vásquez, un hombre de izquierdas. Sin embargo, aunque Jaua compartió un mensaje a través de su twitter en el que se congratulaba de recibir el apoyo de esa formación política en "favor de la paz y la estabilidad en Venezuela", varios miembros de ese partido aprovecharon la ocasión para reclamar a Venezuela el cumplimiento de unos acuerdos firmados en julio entre ambos países y por los cuales varios ganaderos y agricultores uruguayos aumentaron su producción para exportar sus productos al país caribeño.
El ejecutivo venezolano, que trata desesperadamente de paliar la escasez y el desabastecimiento en los supermercados a lo largo y acncho del país, no ha firmado todos los contratos acordados ni ha hecho los pagos que le correspondía a sus "aliados" del sur.
Economía mx
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