10 de septiembre 2010.-Ante la amenaza de la apreciación del yen, Japón puso en marcha un plan de 11 mil millones de dólares para reforzar su economía, al tiempo que en el segundo trimestre del año reportó un crecimiento mayor al esperado.
El proyecto del gobierno del primer ministro Naoto Kan tiene previsto crear 200 mil plazas laborales, luego que el desempleo en julio pasado se ubicó en 5.2 por ciento.
El plan aprobado por el Ejecutivo también estima incrementar 0.3% el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), informó la agencia japonesa de noticias Kyodo. Otro punto destacado es la creación de incentivos para consumos de aparatos electrodomésticos que ahorren energía.
Kan había afirmado el mes pasado cuando anuncio que se preparaba un nuevo programa que "hemos establecido un plan básico que concierne al empleo, las inversiones, la educación, la lucha contra los desastres naturales en los municipios y reformas reglamentarias", a fin de crear una mayor actividad.
El gobierno japonés busca contrarrestar el impacto negativo de un yen fuerte, que frena la recuperación del país, para lo cual intenta crear un esquema para abatir la cotización, incluso podría intervenir en forma directa sobre la divisa.
Japón enfrenta una desaceleración de la reactivación económica iniciada a mediados de 2009, mientras su moneda ha evolucionado a su nivel más alto de los últimos 15 años frente al dólar y roza un récord en nueve años ante el euro.
Por otra parte, la economía japonesa creció más de lo anunciado en el segundo trimestre del año, cuando el PIB repuntó una décima entre abril y junio en comparación con el primer trimestre del año.
La cifra de crecimiento económico de Japón en el periodo abril-junio fue revisada a 0.4% respecto al trimestre anterior.
El Ejecutivo justificó su revisión luego que la inversión y el sector exterior mejoraron más de lo estimado en un inicio, éste último debido a la fortaleza de las exportaciones.
La revisión alcista también ha afectado al crecimiento económico anualizado durante el segundo trimestre, que se ha situado en 1.5% respecto a 0.4% anunciado en agosto.
Además de la fortaleza del yen, que perjudica seriamente la recuperación económica del país, guiada por las exportaciones, la demanda interna y la demanda externa de productos japoneses por parte de países que suelen ser destino de las exportaciones, tales como Estados Unidos y China, han empezado a dar señales de frenarse.
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