20/07/10. Fue Isabel Barreto, que tuvo que ponerse al mando de una flota española en 1595, cuando falleció su marido, Álvaro de Mendaña.
El objetivo de la expedición era alcanzar las islas Salomón –estado independiente de Oceanía–, un viaje en el que Mendaña invirtió todo su patrimonio. Sin embargo, al morir su esposo, Isabel Barreto decidió abortar la expedición y regresar al virreinato de Perú. Durante el durísimo viaje, la tripulación contaba con “medio cuartillo de agua lleno de podridas cucarachas” (en palabras del marino Quirós), mientras ella utilizaba el agua potable para lavar sus vestidos.
Logró sobrevivir la Barreto, aunque no alcanzó América, sino Filipinas, donde se instaló.
Fuente: MUY interesante
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