lunes, 21 de junio de 2010

Los aimaras inician el Año Nuevo 5518 con pedidos de paz y justicia social


Tiahuanaco (Bolivia) 21 jun (EFE).- El Año Nuevo Aimara 5518 comenzó hoy con el solsticio de invierno en el hemisferio sur y su llegada fue celebrada con pedidos de paz y justicia social en un ritual celebrado en la antigua ciudadela religiosa de Tiahuanaco, en el altiplano de Bolivia.

El presidente boliviano, Evo Morales, que pertenece a la etnia aimara, una de las mayoritarias del país, encabezó la celebración que tuvo su mejor momento con la llegada de los primeros rayos cerca de las 07.10 hora local (11.00 GMT) a Tiahuanaco, situada a 70 kilómetros de La Paz.

En ese momento, los miles de visitantes nacionales y extranjeros, que eran menos que en años anteriores, levantaron sus manos para bañarlas con el sol, al que llevaban esperando varias horas en el gélido altiplano.

Los sacerdotes y los "amautas" o líderes de los pueblos andinos celebraron los ritos en aimara alrededor de una fogata dedicada al "retorno del Sol" (Willkakuti) y la Pachamama (Madre Tierra), a los que pidieron paz, justicia social y tranquilidad para el nuevo año.

Morales se hizo eco de las peticiones y dijo que vienen de lo más profundo del sentimiento de las autoridades y del pueblo indígena.

"Venimos a renovar nuestra energía para la vida, para la naturaleza, pero también para un ciclo productivo", declaró Morales a los periodistas, al remarcar la importancia de trabajar este año por la "unidad, la igualdad y la dignidad" de los bolivianos.

Tiahuanaco ha sido el escenario de las tomas de posesión de Morales como líder indigenista, cada vez que ha obtenido alguna victoria electoral.

Los aimaras calculan que la cultura andina pervive hace 5518 años, una cifra que tratan de justificar por los teóricos y redondos 5.000 años de antigüedad que atribuyen a Tiahuanaco, sumados a los 518 años transcurridos desde 1492, cuando los españoles llegaron al continente.

Sin embargo, la fiesta es cuestionada por algunos arqueólogos y antropólogos estudiosos de Tiahuanaco porque sostienen que la época aldeana de esta civilización puede remontarse como máximo al 1.200 antes de Cristo y su apogeo al año 700 de esta era.

Cinco mil años antes de la llegada de la conquista española "los habitantes de los Andes estaban saliendo de su etapa de recolectores y no tenían ningún sistema astronómico, ni calendarios", dijo a Efe el arqueólogo Jedú Sagarnaga, investigador de Tiahuanaco.

Los aimaras aparecieron alrededor del 1.200 después de Cristo y no tienen vinculación con Tiahuanaco.

La celebración del Año Nuevo Aimara se realiza desde hace no más de 30 años y comenzó con el impulso de las agencias de turismo, agregó Sagarnaga.

Sobre esta polémica, el ex director de Ceremonial del Estado de la Cancillería, el aimara Cancio Mamani, comentó hoy a Efe que la antigüedad de la que se habla todavía es relativa porque la cosmovisión de esta cultura señala que "esta nación es infinita, eterna", no tiene "ni comienzo, ni fin", es "un pueblo de siempre".

Según Hugo Ávalos, director de Cultura de Tiahuanaco, "el año 5518, que también a partir del 21 de junio se anuncia, es el resultado de la resistencia de los pueblos originarios hasta hoy".

Hace unos días, el ministro de Exteriores, el también aimara David Choquehuanca, señaló que Tiahuanaco es uno de los principales "centros energéticos del planeta Tierra".

Este es el primer año que se celebra con un festivo de nivel nacional gracias un decreto de Morales, al que otros dos pueblos indígenas de la Amazonía y del Chaco de Bolivia le han pedido similar trato para celebrar sus propias festividades.

El año nuevo aimara se celebró, al igual que en Tiahuanaco, en varios lugares de los departamentos andinos de La Paz, Oruro y Potosí, en el central de Cochabamba y el oriental de Santa Cruz.

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