El hallazgo lo realizó este miércoles un empleado de la compañía Southwest Airlines, que nada más descubrir los restos humanos dio aviso a la Policía. Según un portavoz de la empresa, el contenedor no estaba registrado ni almacenado de un modo adecuado.
Las autoridades ya han anunciado que abrirán una investigación para aclarar los hechos. El destinatario del contenedor era Medtronic, un laboratorio de Texas, que ya ha expresado a través de un portavoz que se les envían con cierta frecuencia cargamentos con restos humanos destinados a la investigación científica.
Por su parte, el oficial a cargo de la investigación, el coronel de la Policía del estado de Pulaski Garland Gamper, ha afirmado que hasta que no se le acredite con los documentos adecuados que el envío de dichas cabezas tiene fines científicos, no autorizará su entrega a Medtronic.
En contactos que hemos mantenido con el Departamento de Sanidad, hemos llegado a la conclusión de que podría existir un mercado negro de restos humanos", afirmó Gamper en declaraciones a NBC, y añadió que simplemente quieren asegurarse que este envío de cabezas humanas se corresponde con la legalidad.
AP
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