El ataque de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el que también resultaron heridos tres militares, se registró a 16 kilómetros de la ciudad de Quibdó, la capital del selvático departamento del Chocó, sobre la vía que conduce a Medellín.
La guerrilla históricamente intensifica sus ataques durante las campañas electorales, como parte de una estrategia para ganar protagonismo político y convertirse en un tema de debate, de acuerdo con el Gobierno.
La acción ofensiva de las FARC contra el Ejército se produjo en momentos en que el candidato del Partido Verde, Antanas Mockus, realizaba una visita a Quibdó, una de las regiones más pobres de este país sudamericano de 44 millones de habitantes.
Mockus y el candidato oficialista del Partido de la U, Juan Manuel Santos, se encuentran en un empate técnico en las encuestas sobre intención de voto para los comicios del 30 de mayo en los que se elegirá al sucesor del presidente Alvaro Uribe.
Las hostilidades de la guerrilla se registran pese a una ofensiva militar liderada por Uribe en los últimos ocho años y que contó con el apoyo de Estados Unidos.
La estrategia de seguridad permitió reducir los asesinatos, las masacres, los secuestros, los asaltos a pueblos y los ataques contra la infraestructura económica, lo que contribuyó a aumentar la inversión extranjera en el país.
En medio de la ofensiva murieron importantes comandantes guerrilleros como Raúl Reyes, Tomás Medina Caracas y Martín Caballero mientras que miles de combatientes desertaron, lo que redujo el poder militar de las FARC, que pasaron de unos 17.000 hombres en armas en el 2002 a unos 8.000 en la actualidad.
Pero el grupo rebelde mantiene una importante presencia en zonas montañosas y selváticas estratégicas para la producción y el tráfico de cocaína, su principal fuente de financiación, de acuerdo con fuentes de seguridad.
REUTERS
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