Indígenas ecuatorianos se enfrentan con la policía en Guachala, a unos 30 km de Quito
El viceministro de Pueblos, Orlando Pérez, aseguró que declaraciones del líder de la principal organización indígena del país, Marlon Santi, "ya no ocultan el verdadero propósito de este movimiento, de este fenómeno político, que es tumbarse al gobierno".
"Ellos quieren tumbarse a Rafael Correa porque no están de acuerdo con él, porque no les dio todo lo que ellos pidieron", agregó a la prensa.
Pérez sostuvo que para ello los aborígenes cuentan con el apoyo de partidos opositores de derecha como el PRIAN y Sociedad Patriótica, este último dirigido por el ex mandatario Lucio Gutiérrez, depuesto por una revuelta popular en 2005 y quien desconoció la reelección de Correa en abril de 2009.
"Hay una estrategia de poder planteada y apoyada por algunos sectores que meten plata (como) Sociedad Patriótica, el PRIAN", dijo el funcionario, subrayando que los nativos "quieren gobernar el país y tumbar al presidente".
Santi, titular de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), negó este lunes que la protesta contra la iniciativa oficial, que tilda de privatizadora, busque derrocar al gobierno socialista y exigió que sus propuestas sean incluidas en el texto que discute el Congreso.
"No he dicho que vamos a tumbar al gobierno", afirmó el dirigente a la AFP, indicando que quieren tergiversarlo y ponerlo en contra de la opinión pública.
"Lo que le hemos pedido al gobernante, a los ministros, a todo el buró político es que se incluyan nuestras propuestas democráticamente", añadió
Santi dijo que las manifestaciones continuarán en Quito en los alrededores de la Asamblea Legislativa, que tramita el proyecto en segundo y definitivo debate, y, eventualmente, en el palacio presidencial.
Luego de una primera semana de protestas en la capital en las que sitiaron el Congreso y se enfrentaron a la Policía con saldo de una veintena de heridos, los aborígenes bloquearon este lunes una vía en el sector de Guachalá (60 km al norte de Quito).
Unos 500 manifestantes atravesaron árboles gigantes y rocas e impedían el tránsito desde la capital hacia la provincia de Imbabura (norte), sin que se hayan registrado choques con los policías enviados al lugar, constataron periodistas de la AFP.
"Es lo único que tenemos reportado a nivel nacional. En el resto del país la circulación está totalmente abierta", declaró a la AFP el viceministro de gobierno, Edwin Jarrín.
El subsecretario manifestó que la Policía tiene "disposiciones claras de mantener el orden público y garantizar que no se violenten los derechos de las otras personas (a la libre circulación), con total respeto de los derechos humanos".
Los indígenas, que se consideran 35% de la población ecuatoriana de 14,2 millones de personas pero que enfrentan divisiones, rechazan la iniciativa oficial alegando que perderán el control de las fuentes hídricas en sus territorios, y favorece a mineras y empresas embotelladoras.
Por su parte el gobierno, que tiene el respaldo de otras asociaciones indígenas, acusa a la Conaie de engañar a sus bases para acaparar el manejo del agua.
"Ellos quieren controlar las fuentes de agua, es decir un día nos cierran la llave en Quito y chau agua", denunció el viceministro Pérez, remarcando que "el país no puede ser manejado por corporaciones ni grupos privados".
AFP
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