El diplomático indicó a periodistas que embajadores de los 50 países y representantes de los organismos financieros estuvieron hoy en la Casa Presidencial en una reunión con el presidente Porfirio Lobo, sobre la que no precisó detalles.
"Los embajadores que estuvieron aquí representaron 50 países que le han dado el beneplácito a Honduras de los 65 con los que tenemos relaciones", indicó.
"Ha sido un día extraordinario" para Honduras porque ya "podemos decir que estamos integrados, que hemos normalizado casi en su totalidad las relaciones con la comunidad internacional y los organismos de financiación multilaterales", destacó Canahuati.
En su opinión, ahora lo que falta es el retorno de Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que fue suspendido el 4 de julio pasado, tras el golpe de Estado a Manuel Zelaya del 28 de junio de 2009.
"Honduras no va a entrar a la OEA si no tiene el consenso de los 33 países", apuntó.
El ministro dijo que los países del continente deben entender que es necesario trabajar juntos para salir adelante, aunque destacó que la agenda de Honduras solo la manejan los hondureños.
"La agenda de Honduras la tenemos que manejar nosotros, de manera que se nos empiece a respetar para lograr el desarrollo, y lógicamente el mejoramiento de la calidad de vida de los hondureños", aseveró.
Por su parte, la embajadora de Colombia en Tegucigalpa, Sonia Pereira, dijo estar "muy contenta de constatar el acompañamiento internacional al Gobierno del presidente Porfirio Lobo".
Señaló que Lobo fue electo en un ejercicio democrático que ha sido catalogado como el de mayor votación en la historia de Honduras.
"El mandato del pueblo ha sido clarísimo y me alegra que la comunidad internacional, así como Colombia lo hizo desde un inicio, también lo esté apoyando", subrayó Pereira.
La diplomática indicó, además, que el acompañamiento de la comunidad europea "es muy importante no solo en la parte política, sino en la económica".
Lobo asumió el poder el 27 de enero pasado en un ambiente marcado por el aislamiento internacional a raíz del golpe de Estado.
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