El trío protagónico de la popular serie norteamericana de vampiros True Blood generó una nueva controversia al posar totalmente desnudo y ensangrentado para la próxima portada de la edición de septiembre de la revista Rolling Stone.
Sin embargo, además de las polémicas fotografías de Anna Paquin, Stephen Moyer y Alexander Skarsgard, la publicación incluirá un reportaje a los actores y al creador de la serie, Alan Ball, en el que hablan libremente sobre la sexualidad de los vampiros, atacando al mismo tiempo la saga de Crepúsculo.
"La idea de vampiros célibes es ridícula. Para mí, los vampiros son sexo. No entiendo una historia de vampiros sobre abstinencia", dijo Ball, según reproduce el diario británico Daily Mail, aludiendo claramente a Crepúsculo.
En la saga de Stephenie Meyer, que Ball considera dirigida a un público adolescente, los vampiros deben abstenerse de tener relaciones sexuales para no quitar la vida a sus contrapartes humanos.
Según explica Emol, muchos adjudican esto a que Meyer es mormona y ella admitió sus creencias han influido en su obra.
Para Ball, llegar a su público no es lo que busca. "Tengo 53 años. No me importan los estudiantes del colegio. Los encuentro irritantes y desinformados", dijo sin tapujos el ganador del Oscar por el guión de Belleza americana .
Stephen Moyer, quien en la serie interpreta al vampiro Bill Compton, hizo toda una relación entre el vampirismo y el sexo.
"Si vamos a un nivel básico, los vampiros crean un orificio en el cuello, donde no había uno antes. Es una re-virginización, creando sangre y luego bebiendo aquella sangre virgen", dijo Moyer.
Su pareja en la ficción -y en la vida real- Ann Paquin, quien es humana en la serie, dijo que no le preocupan las mordidas.
"Tengo diez piercings en mi oreja, uno en mi ombligo y un anillo en mi lengua", afirmó, algo que le hace perder totalmente el miedo a seguir recibiendo los colmillos de su coprotagonista.
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