
Foto: Reuters
Armstrong hace un gran esfuerzo para competir, pese a los golpes.
Además, Armstrong se atravesó en la carretera, perdió 11 m 45 s en la etapa, cedió 13 m 26 en la general y se despidió de toda opción de luchar por su octavo título, algo que le deja el ánimo por el suelo, pues estaba acostumbrado a ser el primero.
Sin embargo, es mucho que haya regresado el año pasado, luego de su retiro, a terminar en el podio del Tour y volver a medirse al monstruo de tres cabezas como lo es esta carrera y a sus 38 años.
Cuando llegó a la meta el rostro del norteamericano lo decía todo. Cansado de pedalear contra el destino, desencajado y con la mirada de perdedor, sólo tuvo palabras para decir que la carrera se le había terminado.
Este domingo, los ganadores fueron sus enemigos: Alberto Contador, Cadel Evans (nuevo líder), Andy Schleck y Denis Menchov, quienes apretaron el paso cuando Lance perdió la rueda en el ascenso hacia el alto de La Ramaz, donde su tanque se fundió y las piernas no le dieron más.
Pero no sólo perdió él. Su equipo, RadioShack, que al comienzo de la prueba pelearía con tres hombres, luego de la primera semana se queda con uno solo: Levi Lepheimer, quien pierde 2 m 14 s con el primer puesto y ahora tendrá que librarse de los ataques de sus rivales en la montaña para llegar cerca del liderato a la etapa al cronómetro larga un día antes del final.
Sin Armstrong y sin Andreas Kloden, a Johan Bryuneel, el DT, le tocará trazar otra estrategia en favor de Levi.
Y si algunos pensábamos que Contador tendría su talón de Aquiles en su 'pobre' equipo, ayer quedó demostrado que no es así: Daniel Navarro fue su ángel guardián. Lo llevó en los dos premios de montaña finales y lo dejó cara a cara con sus enemigos en los kilómetros finales.
Alberto corrió a la defensiva, nunca atacó y más bien salió al corte de los ataques, que se presentaron en los dos últimos tramos de la jornada.
La victoria de Andy Schleck en la jornada sirve para confirmar que el luxemburgués es su máximo enemigo. Evans, con el suéter amarillo, deberá defenderse como gato patas arriba y mostrar si le quedó tanque luego de su esfuerzo en el pasado Giro de Italia, lo mismo que el campeón de la carrera itálica, Ivan Basso.
El ruso Menchov fue otro que estuvo a la expectativa. Se lo vio bien, tranquilo y a la espera de una oportunidad para asaltar al grupo, la misma que esperan los demás para dejar atrás a Contador. Igual hizo Carlos Sastre, el campeón del 2008, mientras otro que cedió terreno fue Bradley Wiggins.
El Tour quedó abierto y, en la primera jornada de gran montaña, se eliminó al más grande en la historia de la carrera.
Contador dio muestras de estar bien y sigue siendo el principal candidato para ganar y él, como el resto de la caravana, 'descansará' hoy pensando en cómo deshacerse de sus enemigos, una causa por la que seguirá luchando mañana cuando se reanude la competencia con la jornada entre Morzine-Avoriaz y Sain-Jean-De-Maurienne, de 204 kilómetros y cinco premios de montaña.
Fuente: www.eltiempo.com
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