El ministro de Relaciones Exteriores, Stephen Smith, indicó que estas nuevas medidas están destinadas a unas cien empresas y organizaciones iraníes y que restringen la actividad de las compañías australianas que tienen negocios con los sectores del gas y del petróleo de Irán.
"Al adoptar estas medidas, Australia se coloca en primera línea de los esfuerzos internacionales para obligar a Irán a respetar sus obligaciones internacionales en lo que respecta a su programa nuclear, uno de los principales desafíos en materia de seguridad que debe enfrentar el mundo", declaró Smith.
La decisión de Australia fue adoptada después de una nueva resolución contra Irán aprobada este mes por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y de sanciones reforzadas anunciadas por la Unión Europea y Canadá.
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