El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aceptó la renuncia del general Stanley Mc-Chrystal y designó al también general David Petraeus como jefe militar en Afganistán, decisión que calificó como la más adecuada para la seguridad del país.
El mandatario explicó que las declaraciones de McChrystal a la revista ROLLING STONE, en las que critica el accionar de varios altos cargos ante la guerra, no eran acordes con los patrones de conducta de un comandante militar, citó AP.
Obama también afirmó que tolera el debate sobre la política de Estados Unidos hacia la guerra, pero agregó: "No toleraré la división''.
Antes del anuncio, McChrystal sostuvo un encuentro con el Presidente de unos 30 minutos a puerta cerrada y partió de la Casa Blanca con destino desconocido, antes de la reunión sobre la guerra que realiza Obama cada mes en la residencia presidencial.
Sin pelos en la lengua
McChrystal fue nombrado jefe militar de Afganistán hace un año, recomendado por el secretario de Defensa, Robert Gates, como alguien que podría aportar "una nueva visión" para Afganistán, explicó Efe.
Su nombramiento fue acogido con entusiasmo. Su imagen, de persona ascética que apenas duerme cuatro horas, corre diez kilómetros diarios y solo ingiere una comida al día, suponía una ruptura con el orden castrense "de siempre".
Llegaba de Irak, donde estuvo a cargo de las operaciones especiales y defendía una estrategia asimétrica, alejada de la planificación militar más convencional.
Pero pese al entusiasta respaldo de Gates, las personalidades de McChrystal y Obama nunca llegaron a encajar. El general tiende a decir lo que piensa y al Presidente le gusta más resolver los conflictos de manera privada.
El primer roce ocurrió cuando el jefe militar pidió refuerzos en público mientras la Casa Blanca mantenía un largo proceso para decidir cuál debía ser la estrategia a seguir.
Finalmente, McChrystal, con el apoyo de Gates, prevaleció frente a las opiniones de otros altos cargos, como el vicepresidente Joe Biden, partidarios de reducir el número de tropas y poner el énfasis en operaciones antiterroristas; y la estrategia de Afganistán incluyó el envío de más de 30.000 soldados adicionales, que tendrían como misión adiestrar a las tropas afganas y lanzar una ofensiva que asegurara el país de tal modo que se pudiera comenzar la retirada el año próximo.
Bajo el mando de McChrystal, en febrero comenzó la Operación Moshtarak, conjunta con las fuerzas afganas, para tomar Marjah.
En ROLLING STONE, McChrystal dijo que el período en el que el Presidente estaba decidiendo si aprobaba el envío de más soldados fue "muy incómodo'', y añadió que el mandatario parecía preparado a entregarle una posición "indefendible'' en la guerra en Afganistán.
Ni el general ni su equipo pusieron en duda las citas ni la nota publicada por la revista. El militar ya se disculpó.
El Universal
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