La secretaria de estado Hillary Rodham Clinton dijo a un comité del Senado que los cinco miembros con poder de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas _Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China_ presentarán junto con Alemania al consejo en pleno el texto de la resolución, coronando meses de maniobras diplomáticas y arduas negociaciones.
Clinton dijo que pasó el martes al teléfono con el canciller ruso Sergey Lavrov "dando los toques finales a la resolución".
No se dieron a conocer los detalles inmediatamente, pero se anticipa que las sanciones harán más estrictas las penalidades económicas a funcionarios e instituciones iraníes.
El acuerdo parece una victoria significativa para el gobierno de Barack Obama, que buscó enérgicamente las sanciones desde que Irán rechazó la apertura estadounidense el año pasado. La gestión se complicó por la resistencia inicial de Rusia y China, los dos con poder de veto.
Pero en las últimas semanas, los dos países han sido persuadidos de apoyar una presión creciente contra Irán.
Quizás lo más significativo es que el anuncio de Clinton se produce apenas un día después de que Irán, Brasil y Turquía dijeron haber convenido un plan para el canje de materiales nucleares.
Muchos suponían que el convenio de último momento frenaría la ofensiva estadounidense de nuevas sanciones a Irán.
Clinton afirmó que el acuerdo de sanciones contrarrestaba los esfuerzos iraníes por frenar las penalidades.
"Este anuncio es la respuesta más convincente posible a los esfuerzos de Teherán de los últimos días", dijo Clinton al Comité de Relaciones Exteriores del Senado. "No creemos que haya sido coincidencia que Irán aceptara este acuerdo mientras nos preparábamos para actuar en Nueva York".
En Teherán, la cancillería iraní dijo antes del anuncio de Clinton que esperaba que Estados Unidos y sus aliados aceptaran el canje nuclear pese a su escepticismo inicial.
"Si los países occidentales siguen buscando excusas, quedará claro que no buscan una solución a la cuestión y que no tienen ninguna opción lógica sobre la mesa", afirmó el vocero del ministerio Ramin Mehmanparast.
Funcionarios estadounidenses y europeos habían advertido que la propuesta brasileño-turca permite a Irán seguir enriqueciendo uranio, lo que deja abierta la posibilidad de que busque desarrollar un arma nuclear.
El acuerdo de canje fue convenido durante una visita a Teherán del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, que se ha opuesto a nuevas sanciones.
Tanto Lula como el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, que también estuvo en Teherán durante el anuncio, instaron a la comunidad internacional a aceptar el acuerdo de canje. "Creo que Irán ha dado un paso adelante", afirmó Erdogan el martes.
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