Está estable y su vida no peligra. La hija del Che lo calificó de delincuente común.
El periodista disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde hace 16 días y tratado como delincuente por el gobierno cubano, puede padecer una "complicación renal", pues no orina desde que ingresó el jueves en terapia intensiva de un hospital de Santa Clara, dijo ayer su vocera Licet Zamora.
El estado general de este hombre de 48 años y originalmente de profesión psicólogo, era sin embargo estable y sin peligro de muerte, según aclaró su médico también disidente. "En este momento está hospitalizado, recibiendo hidratación. Está consciente", dijo a la agencia AP vía telefónica el doctor Ismeli Iglesias.
La vocera añadió a la agencia AFP que el problema de no orinar es preocupante aunque, aclaró, en coincidencia con Iglesias que "no hay confirmación (médica) sobre una complicación renal".
"Estamos esperando los resultados de los exámenes que le hicieron ayer (jueves)", añadió.
Fariñas esta siendo hidratado por via intravenosa. El disidente hizo anteriormente más de 20 protestas de este tipo. Y ha estado detenido tres veces por su actividad opositora.
El psicólogo-periodista comenzó la huelga el 24 de febrero, poco después de la muerte del preso político Orlando Zapata, de 42 años, tras una huelga de dos meses y medio en demanda de su libertad.
La madre de Fariñas, Alicia Hernández, dijo sentirse "más tranquila", porque su hijo "está ingresado, vigilado por los médicos las 24 horas", pero lamentó que mantenga "su posición de continuar" la protesta, en reclamo de la libertad de 26 presos políticos.
"Está consciente, orientado, pero sigue con sus dolores articulares, de cabeza, lumbar y sus síntomas no muy pronunciados de deshidratación. Me dijo que se siente muy agotado", comentó Hernández, quien es enfermera jubilada.
La pediatra cubana Aleida Guevara March, hija del Che, dijo ayer en Brasil que todos los disidentes en huelga de hambre de Cuba son "delincuentes comunes".
En declaraciones reproducidas por el diario Folha de Sao Paulo, la médica dijo que "son personajes creados pro los medios para calumniar a Cuba" y amplio sosteniendo que son financiados por empresarios de EE.UU. y de Europa.
Respecto a la muerte de Zapata, sostuvo que "no era un preso político": "Normalmente un preso hace huelga de hambre para lograr su libertad. Pero éste quería televisor, teléfono y cocina. Eso es absurdo. El debería haber sido tratado por psiquiatras".
La muerte de Zapata, en verdad, complicó la situación política de Cuba que atraviesa una grave crisis económica y favoreció la posición de los críticos en todo el mundo de la isla comunista.
Los esfuerzos que La Habana venia realizando, especialmente con Europa, para enhebrar una mejor relación que incremente el flujo de muy cruciales inversiones, se malograron.
Las sospechas respecto a que la muerte de Zapata fue provocada por sectores internos de la Revolución para bloquear el paso a una apertura económica que promocionaba un sector auspiciado por el propio Raúl Castro, aún se mantienen. El gobierno enfrentó el conflicto repudiando al muerto y a Fariñas, sosteniendo la misma línea que expresó la hija de Guevara en Brasil.
Fuente: www.clarin.com
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