El acuerdo fue anunciado tras una conversación telefónica entre los presidentes Barack Obama y Dmitri Medvédev, quienes coincidieron en destacar la importancia de que las dos mayores potencias nucleares puedan, con su ejemplo, alentar al resto del mundo a avanzar en la no proliferación.
Según el tratado, EE.UU. y Rusia solo podrán tener 800 vectores estratégicos, como se denomina a los equipos que permiten lanzamientos a larga distancia, como misiles intercontinentales, submarinos y bombarderos estratégicos.
La mayor parte de estos equipos, unos 700, pueden ser plataformas desplegadas.
El número máximo de ojivas es de 1.550, lo que supone, según la Casa Blanca, una reducción del 30 por ciento con respecto a lo establecido en el Tratado de Moscú.
El nuevo tratado supone un mayor compromiso de desarme entre las dos potencias, en comparación con el anterior pacto nuclear START, sellado en 1991 y vencido en diciembre pasado.
El START supuso el primer esfuerzo en reducir el arsenal atómico con el que las dos potencias se amenazaban mutuamente desde la década de los años cincuenta, en tiempos de la Guerra Fría.
Bajo aquel acuerdo, Washington y Moscú se comprometían a reducir el número de vectores nucleares a 1.600, en tanto que el número de ojivas nucleares debía de ser como máximo de 6.000.
En los últimos quince años, no obstante, ambos países los han rebajado a unos 2.200. El nuevo tratado también simplifica con respecto al anterior los sistemas de verificación del desarme.
Los dos mandatarios acordaron hoy que el nuevo tratado será firmado el 8 de abril en Praga, la misma ciudad donde Obama pronunció el año pasado un discurso en el que expuso su planteamiento para la lucha contra la proliferación y el control de armamento.
El tratado de desarme deberá ser ratificado por los parlamentos de los dos países.
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