"Bernardo Provenzano estaba protegido por un acuerdo alcanzado, entre otros, gracias a mi padre. Provenzano disfrutaba de inmunidad gracias a ese pacto. Era fugitivo, pero se movía libremente, no podía ser arrestado". Lo ha afirmado esta mañana Massimo Ciancimino, hijo del ex alcalde mafioso de Palermo, Vito Ciancimino, en la sala bunker de la cárcel de Palermo, ante los jueces que investigan si hubo negociación entre el Estado y la mafia siciliana a principios de los años noventa.
Además, Ciancimino ha declarado que su padre y otros capos de la mafia invirtieron dinero en Milano 2, el proyecto inmobiliario de Silvio Berlusconi. "Mi padre estaba muy próximo a mafiosos que tenían una gran capacidad empresarial, como Buscemi y Bonura. Juntos invirtieron dinero en un gran proyecto en la periferia de Milán que luego se conoció como Milano 2".
El explosivo testimonio de Ciancimino júnior se basa en su experiencia personal (fue elegido como secretario de confianza por su padre) y en los documentos que el político mafioso depositó en diversas cajas fuertes antes de morir en 2002.
Ciancimino ha afirmado que él mismo entregaba el correo y recibía los pizzini(papelitos) que se intercambiaban su padre y Provenzano, y ha subrayado que vio numerosas veces al capo en el apartamento romano de su padre. "Conozco a Bernardo Provenzano de siempre, desde mi infancia", ha dicho Massimo Ciancimino. "Y mi padre conocía a Provenzano de mucho tiempo atrás porque eran vecinos de Corleone. Mi padre le trataba de tú, y Provenzano le llamaba ingeniero, aunque nunca terminó la carrera".
Su padre, ha revelado el testigo, "tenía especial miedo a los pizzini; los tiraba al water, los quemaba o los partía en pedacitos. A menudo hacía fotocopias porque temía que pudiesen encontrar sus huellas; cuando escribía solía ponerse guantes".
En el proceso están acusados de favorecer a Cosa Nostra dos altos jefes de los carabineros, el general Mario Mori y el coronel Mauro Obinu, imputados por no haber detenido a Provenzano, pudiendo hacerlo gracias a un soplo, el 31 de octubre de 1995.
Según Ciancimino, la negociación entre una parte del Estado y Cosa Nostra empezó a fraguar en mayo de 1992 (fecha del asesinato del juez Falcone), incluyó la captura de Totò Riina en enero de 1993, y en ella participaron, entre otros, su padre y Provenzano.
Ciancimino ha contado además que la mafia siciliana tenía a su servicio desde los años ochenta a un alto magistrado, Corrado Carnevale, entonces presidente de la Sala Primera de lo Penal del Tribunal Supremo. "En 1990, mi padre consiguió anular una orden de detención emitida por el juez Grillo contra él gracias a los contactos que tenía en el Supremo", ha dicho Ciancimino.
Carnevale es un juez siciliano que según Gaspare Mutolo, un colaborador de la justicia, tenía una relación especial con el ex líder democristiano Giulio Andreotti. Condenado por asociación mafiosa en 2001 tras anular cerca de 500 sentencias contra miembros de Cosa Nostra (era conocido como El Matasentencias), Carnevale acabó siendo absuelto en el Supremo por falta de pruebas. Gracias a una norma aprobada en 2003 por el Gobierno Berlusconi se reintegró a la carrera, y hoy ejerce como juez de la sección civil.
La Fiscalía de Palermo ha incluido en el sumario una vasta documentación entregada por Massimo Ciancimino. Entre otras, el célebre papello con la lista de peticiones que hizo Totò Riina al Estado; algunos pizzini atribudos a Provenzano y dirigidos a don Vito Ciancimino, y 47 hojas escritas a mano por el alcalde y concejal de obras públicas que pasó a la historia como autor del Saqueo de Palermo (concedió millares de permisos de construcción a empresas de Cosa Nostra).
Vito Ciancimino conocía "naturalmente" a Totò Riina, ha afirmado su hijo, pero no le tenía especial estima: "Se conocían desde jóvenes. Siempre tuvieron una relación tensa. Mi padre prefería a Provenzano". El testigo ha recordado que su padre hacía esperar a Riina cuando lo visitaba y que rechazaba sus regalos "porque creía que daban mala suerte".
El Pasi.com
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