Al 60 por ciento de los españoles no le gustan los toros, frente a un 37 por ciento que sí se declaran aficionados, según una encuesta que publica el diario madrileño El País, según la cual la mayoría de la sociedad no está de acuerdo con la prohibición aprobada esta semana en Cataluña.
El sondeo, elaborado por la empresa Metroscopia los pasados días 28 y 29 de julio, refleja un apoyo de sólo el 30 por ciento de los ciudadanos españoles a la decisión del Parlamento catalán, mientras que un 57 por ciento de los encuestados se muestra en desacuerdo con la medida.
El Parlamento de Cataluña aprobó el pasado miércoles prohibir los toros en esa comunidad autónoma a partir del 1 de enero de 2012. Los toros continuarán siendo legales este año y el próximo y, de hecho, hoy mismo está prevista una corrida en la plaza Monumental de Barcelona, la única de toda Cataluña que aún ofrece espectáculos taurinos.
A la pregunta directa de si le gustan las corridas de toros, la respuesta negativa es mayoritaria en España, de un 60 por ciento, según la encuesta, mientras que un 37 por ciento contesta que sí le gusta este espectáculo y un 3 por ciento no sabe o no contesta.
Además, un 58 por ciento de los ciudadanos considera que la prohibición en Cataluña tiene que ver con la identificación de las corridas como una fiesta exclusivamente española, mientras que para un 36 por ciento la decisión del Parlamento catalán sólo expresa el rechazo a un espectáculo en que se matan animales.
Según El País, los votantes conservadores del Partido Popular (PP, en la oposición en España) son los que más se oponen a la decisión del Parlamento catalán (74%), mientras que entre los votantes del Partido Socialista, liderado por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, la opinión está más dividida: el 49 por ciento está en desacuerdo con la prohibición y el 37 por ciento a favor.
La prohibición de los toros ha causado una amplia controversia en España esta semana y ha ocupado la agenda política en detrimento de otras preocupaciones como la crisis económica o el desempleo.
El PP, que se opone claramente a la prohibición, ha propuesto declarar los toros como patrimonio cultural en toda España, mientras que los socialistas han pedido que el debate salga del ámbito político y han expresado su respeto por la decisión del Parlamento catalán.
EFE
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