30/07/10. El presidente estadounidense, Barack Obama, hizo este viernes una encendida defensa de su plan de ayuda a la industria automovilística durante una visita a varias fábricas de la región de Detroit, Michigan.
Después de recorrer las cadenas de una unidad de producción de Chrysler en la ciudad, cuna de los grandes constructores estadounidenses, el presidente estadounidense evocó su decisión de inyectar 60.000 millones de dólares de dinero público para salvar tanto al fabricante como a su competidor General Motors (GM) a inicios de 2009.
"Según estimaciones independientes se habrían perdido más de un millón de empleos si Chrysler y GM hubieran cerrado", insistió Obama.
"Si no hubiéramos hecho nada, no sólo sus empleos habrían desaparecido, sino tambien los de los concesionarios habrían desaparecido, y las ciudades que dependen (de esos empleos) habrían sido borradas del mapa", afirmó.
Frente a un grupo de 1.500 obreros, Obama se congratuló porque "hoy en día, por primera vez desde 2004, los tres grupos automóviles estadounidenses son rentables", afirmó.
Además de Chrysler y BM, la marca Ford tiene su sede en Detroit. La administración Obama está ávida de buenas noticias en el área económica, a tres meses de cruciales elecciones para renovar parcialmente el Congreso. El desempleo, que se mantiene en niveles muy altos para Estados Unidos -9,5% según cifras oficiales- pesa sobre la popularidad de la administración y de los demócratas en general. Los datos de crecimiento del PIB en el segundo trimestre (+2,4%), publicados en la jornada, fueron decepcionantes.
"Debemos continuar aumentando esa tasa de crecimiento y continuar ganando empleos para que podamos seguir avanzando", admitió Obama.
Fuente: AFP
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