El centro ceremonial pertenece a la cultura Moche, que tuvo su apogeo en una larga y angosta zona desértica de la costa norte peruana que se desarrolló entre el siglo I a.c. hasta el siglo VII de la era actual, dijo Wester, director del Museo Bruning, del departamento de Lambayeque (norte).
En el lugar se encontró un pasaje ceremonial de 60 metros que comunica el exterior del área principal amurallada con la zona central, donde se levantan tres pórticos equidistantes y cinco pequeñas plataformas en forma de tronos o altares que se usaron para enaltecer a los dignatarios de élite.
También se hallaron restos de un mural polícromo y un grafiti con diseños de tres personajes de alta jerarquía, cuyos ornamentos y objetos permiten afirmar que estuvieron vinculados al desarrollo de la actividad ceremonial moche denominada "ceremonia de sacrificio", dijo el investigador.
"Esto significaría que esta ceremonia, que incluyó sacrificios humanos, tuvo continuidad hasta los últimos días de los Moche", explicó Wester.
"Es la primera vez que se documenta un sistema de acceso completo asociado de manera directa a un centro ceremonial moche totalmente amurallado", agregó.
En los grafitis "aún se pueden observar ligeramente personajes con indumentaria militar portando una copa a manera de cáliz. El tercer personaje es una mujer, que por sus características ornamentales sería la sacerdotisa", según precisó Wester.
La cultura moche, que tuvo un amplio conocimiento de ingeniería hidráulica y un fino y elaborado trabajo en sus cerámicas, rendía culto al dios supremo Ai Apaec, que era representado como un hombre con rasgos felinos de grandes colmillos y con un tocado semilunar.
El centro ceremonial fue descubierto en el complejo arqueológico Bandera, cerca de la ciudad de Chiclayo, 750 km al norte de Lima. Ahí también se encontraron tres sepulcros de personajes de élite, con un ajuar funerario de objetos de cerámica, ornamentos de cobre y conchas spondylus.
AFP
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