28/07/10. Debido a su carácter popular, la fiesta de los toros se celebraba en sus inicios en las plazas y calles, que se acondicionaban con tableros y andamios para poder acomodar al mayor número de espectadores. Este procedimiento resultaba muy costoso e inseguro, por lo que a partir del siglo XVII se dotó a los recintos taurinos de balconadas para alojar a los asistentes. Un ejemplo de este tipo de construcción lo constituye la Plaza Mayor de Madrid.
En el siglo XVIII, el toreo se profesionalizó, y los empresarios, para obtener mayores ingresos, tuvieron la idea de levantar plazas de toros en recintos cerrados. La primera construcción de estas características, inspirada en los antiguos circos romanos, fue el madrileño coso de madera ubicado en la Puerta del Sol, que se inauguró en 1743.
Fuente: MUY interesante
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